Director
Paul Van Nevel
Huelgas Ensemble es desde hace cuarenta años uno de los más conocidos grupos especializados en música polifónica Medieval y Renacentista. Es conocido en todo el mundo por sus originales programas, particularmente de desconocidas obras maestras, que permiten disfrutar al público constantemente con la frescura de sus programas y entonación perfecta.
Huelgas Ensemble ha actuado en las más famosas salas y espacios musicales del mundo, incluidos los BBC Proms de Londres, el Lincoln Center de Nueva York, la Cité de la Musique de París, la Berliner Philharmonie y la Fundação Calouste Gulbenkian y el Centro Cultural de Belem de Lisboa. Este grupo actúa regularmente en los mejores festivales de música, cantando en el ambiente original de las antiguas capillas, iglesias y abadías, construyendo en sus conciertos de esta forma un puente interdisciplinar entre la arquitectura y la polifonía. Las actuaciones del Huelgas Ensemble se caracterizan por un profundo conocimiento de la estética y los conceptos de las prácticas musicales y vocales de los periodos medieval y renacentista. Tanto los medios de comunicación como los críticos elogian regularmente a este conjunto por el enfoque vivo e innovador de su repertorio, siendo un referente en este campo. Por ello, cada vez más compositores contemporáneos quieren que sea este conjunto el que interprete sus obras (Rihm, MacMillan).
La discografía de este grupo cuenta con más de cien ediciones de obras vocales e instrumentales que van desde el siglo XIII hasta principios del XVI, como por ejemplo Dufay, Brumel, de Rore, Richafort, de Kerle, Ferrabosco, Palestrina, Lassus and Ashewell. Estas grabaciones han sido realizadas por varios sellos discográficos, entre ellos Seon, Sony Classical, Harmonia Mundi France, Deutsche Harmonia Mundi, Cypres and ECM. La discografía de los últimos años incluye “The Eton Choirbook”, “The treasures of Claude Le Jeune”, “Le mystère de Malheur me bat”, “L’héritage de Petrus Alamire”, “The ear of Zurbáran”, “Firminus Caron - Twighlight of the Middle Ages”, “The mirror of Monteverdi”, “The ear of the Huguenots”, “Et lux”, un trabajo del compositor alemán Wolfgang Rihm, compuesto para ocho cantantes y cuarteto de cuerda y “La Liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina” de Francesca Caccini, la primera grabación de la ópera que incluye danzas instrumentales reconstruidas. Entre sus galardones están varios premios “Caecilia” de la prensa belga, “Choc du Monde de la Musique” y “Diapason d’Or”, “Edison Prize”, “Cannes Classical Award” de Música Antigua, “Prix in Honorem” de la Académie Charles Cros, el “Carrièreprijs” de la emisora de radio clásica “Klara”, el reconocimiento de la “Europese Radio-Unie” y el “Canadian Broadcasting Cooperation”, el “Preis der deutschen Schallplattenkritik”, el premio “Echo Klassik” de 1994, 1997, 2010 y 2011, junto con el “Diapason d’Or” de los años 2014 y 2015. Recientemente este grupo ha obtenido el premio “Choc du mois” (febrero de 2017) de la revista “Classica” y el “Preis der deutschen Schallplattenkritik’ (Bestenliste 1/2017) por el CD “The mirror of Monteverdi”.
Huelgas Ensemble cuenta con el apoyo del Vlaamse Overheid y la Catholic University de Leuven.
Paul Van Nevel es el director artístico del grupo Huelgas Ensemble, que fue fundado en 1971 como una extensión de sus investigaciones y estudios en la Schola Basiliensis. Pionero y referente de la investigación y práctica de la polifonía europea de los siglos XXII al XVII, Paul Van Nevel utiliza un acercamiento interdisciplinar a las fuente originales, poniéndolas en contexto con su entorno cultural (literario, pronunciación histórica, temperamento, ritmo, retórica, etc.). Está continuamente buscando obras nuevas, con particular interés en los tesoros de la polifonía flamenca.
Ha sido profesor invitado del Sweelinck Conservatorium Amsterdam, Musikhochschule Hannover y Centre de Musique Ancienne de Genève y durante los últimos treinta años ha sido director invitado de la Nederlands Kamerkoor. Entre otros trabajos, ha escrito una monografía de Johannes Ciconia y un libro sobre Nicolas Gombert. También ha realizado transcripciones de música del renacimiento publicadas por la editorial alemana Bärenreiter. El conocimiento exhaustivo de los fondos de las bibliotecas musicales europeas, permite a Paul Van Nevel sacar continuamente a la luz obras olvidadas, que son posteriormente interpretadas por su grupo. Sus programas sorprenden y deleitan gracias a sus plantamientos y profundo conocimiento del repertorio Medieval y del Renacimiento.
Paul Van Nevel ha recibido inumerables premios, incluido el “Prix in Honorem” de la Académie Charles Cros (1994), varios “Diapason d’Or” y “Choc de l’année” (Le monde de la Musique), el “Edison Prijs”, el “Cannes Classical Award”, varios premios “Caecilia” de la prensa belga, el “Carrièreprijs” de la emisora de radio clásica “Klara”, el “Preis der deutschen Schallplattenkritik”, así como varios premios “German ECHO Klassik”. Sus grabaciones “The Eton Choirbook” (Sony Classical, 2012) y “La Oreja de Zurbarán » (Cypres, 2014) han recibido críticas favorables de la prensa internacional. También ha recibido el “Diapason d’Or“ de 2014 por su disco “Les trésors de Claude Le Jeune“ (Sony Classical, 2014) y de 2015 por el de ”Wolfgang Rihm: Et lux” (ECM, 2015). Ha recibido recientemente el premio ”Choc du mois” de la revista ”Classica” (Edición de febrero de 2017) y el ”Preis der deutschen Schallplattenkritik” (Bestenliste 1/2017) por la grabación del CD ”The mirror of Monteverdi”.
Anónimo
(Siglo IX / Musica Enchiriadis)
Antífona “In exitu Israel”. Organum a 2.
Magister Leoninus
(Paris, ca. 1180)
Haec Dies. Organum con claúsula a 2.
Anónimo
(España, siglo XIII)
Agnus Dei / tropus: Exultet hec concio. Tropo a 3.
Anónimo
(Francia ca. 1250)
O Maria maris stella / O Maria Dei cella / O Maria Virgo /. Tenor : In veritate. Motete triple a 4.
Anónimo
(Francia ca. 1250)
Cum apertam sepulturam. Motete a 2 y 3.
Anónimo
(Francia, principios del siglo XIV)
Tres dous compains. Chace a 3.
Anónimo
(Francia, ca. 1350)Ç
D’ardant desir / Se fus d’amer / Nigra est. Motete doble a 3.
Anónimo
(La cour de Gaston Phébus, ca. 1380)
Le Mont Aon. Balada a 3.
Guillaume De Machaut
(Ca. 1300-1377)
La Messe de Nostre Dame: Et in terra pax. À 4.
Anónimo
(Inglaterra ca. 1360)
Absolon, fili mi / Doleo super te. Lamento a 2 y 3.
Matheus de Perusio
(Floruit 1402-1426)
Ave Sancta Mundi Salus / Agnus Dei. Motete a 3.
Matteo de Sancte Johanne
(Finales del siglo XIV)
Science n’a nul annemi. Balada a 4.
Duración aproximada: 1 hora y 15 minutos
Me decía un fotógrafo, al preguntarle si se había abaratado el coste del oficio al desaparecer el carrete y el papel, que hoy el dinero se les iba en el cambio constante de los equipos. “Ahora, cuando te compras una cámara, sabes que en tres, cinco años está desfasada”, aseguraba con gesto de resignación. La música que denominamos clásica o culta y, dentro de ella, la que periodizamos como antigua, encierra una época cuya evolución resulta, a mi entender, especialmente apasionante. Especialmente no por la música en sí, música apasionante la encontramos a lo largo de toda la historia, sino por su propia manera de devenir. Cada vez estamos más acostumbrados al progreso acelerado, a las tecnologías cambiantes, a la evolución constante de nuestro entorno. Lo que hoy se nos presenta como actual, moderno, innovador, mañana está desfasado, demodé.
La música entre los siglos IX y XV, periodo que recorre el concierto de esta tarde de Huelgas Ensemble, encierra la pasión de todo cambio cocinado a fuego lento. Nos disponemos a escuchar, en poco más de una hora, un recorrido que decenas de músicos realizaron durante más de quinientos años para llevar la música desde la sencillez y la belleza de la monodia desnuda a la complejidad y sólida hermosura de la polifonía, de la melodía solitaria a la conjunción de varias voces en una composición unitaria. Casi seiscientos años, nada menos. El resultado, a pesar de la complejidad técnica que encierra por los retos y enredos armónicos que los compositores tuvieron que ir resolviendo, se nos presenta como un paseo sosegado, en el que poco a poco, de una manera apenas perceptible, se va avanzando en una dirección que, a partir del finales del XVI, tomará otros derroteros con la aparición de la monodia acompañada que llevará a la ópera y la irrupción de la música instrumental como personalidad propia.
De la docena de obras que vamos a escuchar tan solo conocemos la autoría de cuatro de ellas. El resto las metemos en ese saco tan propio de la música medieval que es el de los anónimos. Pero Anónimo, más allá de la broma de que no es la identidad del quinto compositor, es la representación de muchos músicos que, de forma silenciosa, han contribuido con su labor callada a embellecer este arte. El hecho de no conocer sus nombres tiene, para mí al menos, un significado profundo. Es la representación de un testimonio silencioso en el que lo más importante es el para qué, no el quién. Y en este punto llegamos a constatar cómo, en el Medievo, las barreras entre lo religioso y lo profano se diluyen, pues parece que el sentido de trascendencia lo impregna todo. Así encontramos cómo los avances compositivos alcanzan primero a la música compuesta para embellecer la liturgia, para postrarse ante Dios o alabar a la Virgen, y como desde ahí llegan al canto que expresa los sentimientos humanos más genuinos, el amor, el dolor ante la muerte, o simplemente los placeres de un deporte como la caza. Música, en fin compuesta desde la percepción de que el paso del hombre por el mundo, con la muerte inevitable y la esperanza de un más allá siempre en el horizonte, merece la pena ser respetado, admirado y cantado. Y esta finalidad es nada menos que el punto de partida de una evolución musical que será imparable.
En el siglo XII, en la Catedral de Nostre Dame de París se desarrolla una escuela compositiva que va a destacar y a ponerse a la cabeza del desarrollo de nuevas formas y estilos polifónicos. En un tratado anónimo de la segunda mitad del siglo XIII, conocido como Anónimo IV, aparecen los nombres de dos maestros ya fallecidos en esa época, el Magister Leoninus y el Magister Perotinus. Nada más sabemos de ellos, no se les vuelve a encontrar en ningún otro documento. Aunque probablemente recogerían técnicas de primitiva polifonía que otros, dormidos en la historia para nosotros, habían iniciado décadas atrás, son en todo caso los dos primeros compositores de los que tenemos constancia. Los organum, discantor, clausulae, tropus de los que eran optimus, “los más grandes compositores”, no son sino experimentos, búsquedas de nuevas sonoridades alejadas de la melodía solitaria del canto llano, experimentos que aun hoy, acostumbrados como estamos a escuchar todo tipo de combinaciones de sonidos y ruidos, nos resultan inquietantes por su fuerza y su pureza. Aplicaron estas técnicas basándose siempre en el canto gregoriano existente, como una forma de dar consistencia al experimento, de apoyar en la tradición las modernidades que osaban realizar.
El motete, término que procede de mot, “palabra”, no es sino un paso más en este recorrido. Una vez asentada la música a varias voces tocaba engalanarla con algo nuevo, el texto. Surge así esta forma musical que va a tener una posición predominante en la música vocal durante siglos. Con una particularidad curiosa: quizá por ese deseo desbordante de buscar nuevas maneras de expresión Anonymus juega a mezclar textos distintos. Al fin y al cabo, si hasta entonces una melodía llevaba un texto ¿por qué, si mezclamos líneas melódicas, no hemos de poder mezclar igualmente líneas textuales? O Maria maris stella / O Maria Dei cella / O Maria Virgo es ejemplo de ello. Tres poemas marianos, de los cuales se nos da el incipit, diferentes aunque dentro de la misma órbita religiosa. O D’ardant desir /Se fus d’amer / Nigra est, un paso más, un motete en el que las dos primeras voces nos cantan en francés dos desgarrados poemas amorosos, Abrazado por un deseo ferviente, yo, pobre y solitario, lloro toda compasión, mientras una tercera voz, en latín, utiliza un texto del Cantar de los Cantares, Nigra est. Textos distintos, idiomas distintos y contenidos diferentes en una misma pieza ¿profana?, ¿religiosa? La complejidad del motete alcanza quizá su cima en el denominado motete isorrítmico, del que se nos ofrecen una muestra del compositor italiano Matteo da Perugia, Ave Sancta Mundi Salus / Agnus Dei. Se trata de un procedimiento compositivo en el que lo intelectual y lo expresivo se dan de la mano en combinaciones de colores y taleas, complejidad de la cual, a nosotros como oyentes, nos llega la belleza de la música.
Amediados del siglo XIV la monodia profana, esto es, la canción profana a una sola voz, había perdido su importancia hasta casi desaparecer, siendo sustituida por formas polifónicas que a su vez cada vez se van separando más de las complejidades politextuales e isorrítmicas del motete para avanzar hacia un estilo musical individual. Se desarrollan formas como la chace, de la que escucharemos Tres dous compains, cuyo nombre proviene del francés arcaico “caza” o “persecución”, y que consiste en un texto que describe una escena de caza con una forma musical de canon, o la Ballade, derivada de la música de danza y que llega a adquirir una forma fija bajo la estructura aab, de la que escucharemos Science n’a nul annemi de Matteo de Sancte Johanne. Las partes del ordinario de la misa, Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus se adaptan también a la forma musical motete. Guillaume de Machaut fue el primer compositor que escribe música, como composición unitaria, para las cinco secciones en la llamada Mise de Nostre Dame, de la cual Huelgas Ensamble nos ofrece un fragmento del Gloria, Et in terra pax. Machaut, poeta y músico, es conocido como el último trovador, pues mientras que los compositores de su entorno comenzaron a ser conocidos profesionalmente por su música y los poetas por su poesía, él retrasa esta separación especialista y mantiene el ideal trovadoresco que aunaba la poesía lírica y la canción. Con poco más de veinte años entró al servicio de Juan de Luxemburgo, rey de Bohemia, con quien recorrería Europa. Cerca de cumplir los cincuenta, en 1349, pasó al servicio de Carlos II de Navarra para quien escribió el poema Le Confort d´Ami para consolar al monarca en su cautiverio cuando, en 1356, fue hecho prisionero en el Castillo de Ruan por Juan II de Francia. Desde el punto de vista poético y musical, Machaut es una de las figuras más importantes del siglo XIV, con una extensa producción que abarca lo profano y lo religioso en el más genuino sentido de relación entre ambas esferas al que nos referíamos anteriormente.
Nosotros nos disponemos a escuchar, una tras otra y sin interrupción, este recorrido musical de siglos. Como todo concierto de esta índole que se nos ofrece hoy en día, cada pieza está sacada de los contextos para los que fueron compuestas. Tratar de situarnos, al menos con la imaginación, en ellos creo que ayudará a sacarle parte de toda la belleza que, aumentada con el misterio del cómo fue posible ese camino, encierra en sus sonidos.
Manuel Horno
Musicólogo